Cada día,en la vida cotidiana de la escuela, alumnos, docentes y directivos
tienen obligaciones que cumplir y derechos que ejercer y hacer respetar. Cada
uno tiene que obedecer a quien tiene autoridad sobre él y también tiene que
convivir con sus compañeros y con todas las personas que forman parte de la
comunidad educativa y que tienen necesidades e intereses
particulares, estas situaciones originan problemas y conflictos.
Con estos propósitos, la educación propone a los jóvenes involucrarse en
el análisis y la discusión de las causas que originan problemas y conflictos en
la escuela, y comprometerse en el camino del diálogo y del acuerdo para
solucionarlos.
La escuela debe crear un micro-clima de sana
convivencia, que haga posible los aprendizajes y el ejercicio de una
nueva ciudadanía activa. Pero cuando se habla de aulas de sana
convivencia se necesita de conocer los elementos que intervienen en el proceso
de crecimiento en la vida de las aulas, para aportar puntos de vista sobre
posibles problemas y proponer caminos de mejora.
La convivencia en cualquier comunidad social es importante y
mas en una comunidad educativa donde el objetivo de estar en conjunto es
aprender y mejorar nuestras capacidades, por esto es importante
la presencia de una buena convivencia en nuestra aula de clases pues esto
evita los problemas como la envidia, los malos tratos, los roses y las peleas.
Debemos tener una buena convivencia no solo con nuestros
compañeros y profesores sino también con todas las personas de una u otra
forma de la institución , por ejemplo las personas como secretarias ,
las personas encargadas del aseo, y los celadores.
La convivencia es una forma de relacionarnos entre nosotros,
que debemos escoger desde muy jóvenes, esta influye tanto en nuestra vida
diaria como en nuestra vida personal, todos los seres humanos tenemos muchas
necesidades, las dos necesidades primordiales del ser humano es: tener una
relación íntima y estrecha con un padre o un cónyuge y la necesidad de sentirse
parte de una comunidad cercana e interesada por él.
La convivencia implica puntos malos, así como se ve reflejada
nuestra educación , muchos niños jóvenes o adultos la
utilizan muy mal, rompen con los parámetros de convivencia
en aulas o lugares públicos por ejemplo:
Las agresiones
verbales por parte de otros compañeros, que aparecen como la
modalidad más frecuente en nuestro país, afectan a un 33% de los tres
mil alumnos estudiados. Este porcentaje es de un 20% si se trata de
otro tipo de agresiones dirigidas a sus propiedades, alcanzando entre el 9
y el 14% en la modalidad de aislamiento permanente (sus compañeros les
ignoran o no les dejan participar en nada). Las amenazas para amedrentar
son sufridas por el 8%, las agresiones físicas rondan el 5%. Las agresiones
más graves, amenazas con armas, sólo alcanzan el 1%. El acoso sexual no
llega al 2%.
Los tipos de
maltrato estudiados se reflejan en las siguientes respuestas de los
alumnos: Me insultan; hablan mal de mí; me ponen motes; me esconden cosas;
me ignoran; no me dejan participar; me amenazan para meterme miedo; me
roban cosas;me rompen cosas; me pegan; me acosan sexualmente; me obligan a
hacer cosas y me amenazan con armas.
En el maltrato
se participa como agresor, víctima y espectador.
Uno de los problemas de la violencia entre iguales es el hecho de que
sus efectos no se
limitan tan sólo al periodo escolar, sino que puede tener consecuencias
en la vida futura. Y esto es cierto en las víctimas, pero también en los
agresores y los espectadores.
Podemos
concluir que una sana convivencia es la base de toda sociedad organizada,con
esta aprendemos a conocer a otra persona con la cual se interactúa social
y personalmente.
La influencia
influye tanto en nuestra vida, como en la vida de los que nos rodean, con esta,
se ven reflejado la educación de una persona y los valores que tiene
como ser humano.